Historia de nuestro lábaro patrio, Día de la Bandera

17/07/2019

Francisco Madero Preciado

El Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, son los símbolos patrios de los Estados Unidos Mexicanos. Son aquellos que nos brindan identidad como nación y que nos representan ante el mundo.

Pero de dónde viene nuestro lábaro patrio, por qué festejamos el 24 de febrero el día de la bandera.

Para dar respuesta a estas preguntas es preciso remontarse a la época independentista.  De manera más exacta a tiempo de la promulgación del Plan de Iguala, el cual marcó el fin de la contienda armada en la gesta por la independencia, con el Plan se unieron las tropas de Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, y se creó el Ejército Trigarante, para el que se decidió adoptar una nueva bandera, buscando que ésta representara los ideales del movimiento insurgente.

Fue a José Magdaleno Ocampo, sastre de Iguala, a quien se encargó la confección del lábaro del México independiente, presentando un modelo de tres franjas diagonales con los colores y orden: blanco, la pureza de la religión católica; verde, la esperanza del movimiento insurgente, es decir, la independencia; y rojo, representa el sacrificio de aquellos que lucharon por impulso libertador; con una estrella dorada de cinco picos en cada una de ellas. Oficialmente se presentó, el 24 de febrero de 1821, la que es considerada la primera Bandera de México.

Sin embargo, la bandera nacional que actualmente conocemos fue ideada por Ignacio López Rayón en 1811, y también fue él quien propuso que cada año se celebrara el 16 de septiembre como el día de inicio de Independencia. Fue el 19 de agosto de 1811, cuando el general Ignacio López Rayón convocó a la Junta de Zitácuaro, en la que se estableció la Suprema Junta Nacional Americana, y propuso por primera vez un esbozo de los elementos de la bandera nacional. En esta Junta se estableció que se debería tener una sola bandera, que ésta tendría que ser rectangular y de tres colores: blanco, verde y rojo, además de  incluir un águila sobre un nopal, como símbolo de lo prehispánico.

Aún con el diseño de dicha bandera a lo largo de los 10 años que duró la guerra de Independencia se utilizaron al menos una docena de banderas que daban cuenta del desarrolló de la lucha. Cada una de las banderas de esta época era fundamentalmente un símbolo de identidad, es decir, en ella están sintetizados principios, objetivos, doctrina y motivos del movimiento. Además, servía para distinguirse de enemigos.

Durante el movimiento armado, el portar una bandera era esencial porque en ella se sintetizaba la causa y alentaba que el pueblo se sumara a la lucha, pues cabe subrayar que antes de la Guerra de Independencia los lábaros representaban al rey y no a un país.

El cambio continuo en los estandartes que fueron utilizados por los grupos independentistas fue reflejo del sustento ideológico difundido por quienes encabezaron el movimiento insurgente. Dichas ideologías estaban definidas en función de determinados objetivos y, con base en ello, éstos definían los colores, emblemas y símbolos que debían portar sus banderas.

Etapa de la Independencia

Por ejemplo, la primera bandera o estandarte que encabezó en 1810 el inicio de la lucha de Independencia fue la imagen de la Virgen de Guadalupe, y con ello se buscó decirle al pueblo que el movimiento era bueno, y más allá de ello, su culto poseía un gran arraigo social en la Nueva España, con ello se buscaba aglutinar a los diversos grupos socioeconómicos que existían en aquella época entorno a la lucha por la independencia.

 INAH

Del estandarte usado por el Cura Hidalgo a las banderas utilizadas por los insurgentes a los pocos meses las modificaciones fueron pocas, pues en su mayoría eran albiazules, y representaban a la religión católica, el honor y la virtud, y en el centro a manera de escudo tenían la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Dos años después, las banderas siguieron con los mismos colores, pero dejó de aparecer la Virgen y se agregó el águila real, sin la serpiente, y se complementaron con símbolos americanos como flechas y arcos.

Bandera de Morelos

Eran los teólogos o clérigos, así como los abogados, los que las diseñaban y explicaban su simbolismo. En aquella época también existían estandartes con los que se hacían procesiones por las calles, y que a través de símbolos religiosos mostraban lo que se entendía por nación: la pertenencia.

Contar con una bandera durante la guerra fue fundamental porque ésta representaba una nueva identidad, motivo de lucha y símbolo de unión, al mismo tiempo que servía para distinguirse de sus adversarios.

Los Imperios Mexicanos

Fue el Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide, en 1821, quien usó por primera vez los colores blanco, verde y rojo. Posteriormente, el 2 de noviembre de 1821que la Soberana Junta Provisional Gubernativa del Imperio quien determinó el escudo de armas imperiales y el pabellon nacional, estableciendo que el escudo fuera solamente el nopal nacido de una peña que sale de la laguna, y sobre él parada, en el pié izquierdo, una águila con corona imperial. Mientras que el pabellon nacional y banderas del ejército deberían ser tricolores, adoptándose los colores verde, blanco y encarnado en fajas verticales, y dibujándose en la blanca una águila coronada.

Pabellón o Bandera de Guerra del Primer Imperio Mexicano. Por Mexboxeo-bandera (Trabajo propio)

Durante el siglo XIX la bandera tuvo diversas modificaciones, representando principalmente al grupo en poder, pero conservando los colores y el escudo nacional con el águila real devorando una serpiente sobre un nopal. Un claro ejemplo fue la Bandera del Imperio de Maximiliano que mantuvo los colores básicos en el orden tradicional, tuvo como elemento diferenciador la inclusión del símbolo del águila devorando a una serpiente, pero dentro de un estilizado marco que más bien evocaba los escudos de armas de las familias y cortes europeas, coronado éste con el símbolo inequívoco del instaurado segundo Imperio.

Bandera del Imperio de Maximiliano (II Imperio Mexicano). Maximiliano I de México

Revolución Mexicana

Desde la restauración de la República hasta la Revolución la bandera conservaría los mismos rasgos, salvo la bandera maderista que en lugar del escudo en el centro se encontraba el rostro de Francisco I. Madero.

Bandera de Francisco I. Madero. Don Francisco I. Madero

En 1916, el presidente Venustiano Carranza expidió un decreto, fechado el 20 de septiembre, en el que se ordenaba que el escudo volviera a aparecer en las banderas. Sin embargo, en este modelo, el águila se encontraría viendo de perfil, como ya había sucedido antes con algunas enseñas de mediados del siglo XIX, con sus alas en actitud de ataque y devorando una serpiente de cascabel, como símbolo del lugar exacto donde los aztecas fundarían su ciudad México-Tenochtitlan. A este emblema sólo se le agregaría una leyenda que lo enmarcaría: Estados Unidos Mexicanos.

Época Actual

La bandera de México se mantuvo así hasta la emisión de un decreto del presidente Gustavo Díaz Ordaz, fechado el 17 de junio de 1968, en el que se hacía pública la “Ley sobre las características y el uso del Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales”. Desde entonces, nuestro lábaro luce orgulloso sus colores y su escudo.

 Notimex

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