Niños migrantes y refugiados en el mundo podrían llenar medio millón de aulas: UNESCO

REDACCIÓN   19/11/2018

REDACCIÓN

El número de niños migrantes y refugiados en edad escolar alrededor del mundo actualmente podría llenar medio millón de aulas, un aumento del 26% desde el 2000, revela la edición 2019 del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM), publicado por la UNESCO y titulado Migración, desplazamiento y educación: construir puentes, no muros.

La UNESCO a través del GEM destaca los logros y deficiencias de los países a la hora de garantizar el derecho de los niños migrantes y refugiados a beneficiarse de una educación de calidad, un derecho que sirve a los intereses tanto de los alumnos como de las comunidades en las que viven.

Como plantea la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, “El aprendizaje no es un lujo, cuando se niega la educación a migrantes y refugiados, todos pierden".

La educación es clave para la inclusión y la cohesión y la mejor forma de forjar comunidades más fuertes y resilientes”.

El informe revela en qué lugares de América Latina y el Caribe se ve cuestionado este derecho.

Así, cada vez hay más menores no acompañados en los centros de detención, donde por lo general no cuentan con acceso a educación.

Cerca de 50.000 niños de El Salvador, Guatemala, Honduras y México fueron detenidos cada año en promedio en la frontera de los Estados Unidos entre 2013 y 2017.

En los Estados Unidos, los profesionales de la salud mental y la pediatría que visitan centros de detención familiares indicaron que los servicios de educación no eran adecuados.

En México, 35.000 menores, más de la mitad no acompañados, han permanecido en centros de detención sin educación organizada, excepto por actividades ad hoc con un componente educativo limitado, tales como talleres de artesanía o debates de carácter religioso.

Pese a las mlas cifras, en la región hay también numerosos buenos ejemplos de inclusión en la educación de migrantes y personas desplazadas a la fuerza. 

Colombia se ha convertido en líder, al usar su marco legal para proteger la educación de su población desplazada internamente. En 2002, la Corte Constitucional ordenó a las autoridades educacionales municipales que tratasen de forma preferencial a los niños desplazados en términos de acceso a la educación.

En el último tiempo, Colombia, al igual que otros países de la región, incluyendo algunos no hispanoparlantes, como Brasil y Trinidad y Tobago, han abordado las consecuencias que tiene en la educación el desplazamiento cada vez más común de personas entre fronteras en América Latina, y reciben a estudiantes venezolanos junto con los suyos propios.

Sin embargo, no todo son malas noticias, el estudio muestra también un efecto positivo de la migración en la educación de la región: las remesas enviadas por los migrantes a sus países. 

En promedio, las remesas aumentaron el gasto en educación en América Latina en un 53%, llegando a un 66% en Guatemala y Lima en comparación con un 35% en países de ingresos bajos y medios.

Por eso, el GEM aboga por que los costos de transacción para el envío de remesas al país de origen sean reducidos al objetivo del 3% que preconiza la ONU, en lugar del promedio actual, que alcanza 7,1%, ya que ello podría aumentar el gasto en educación en el mundo en 1.000 millones de dólares estadounidenses al año.

Estas son las recomendaciones del informe:

1. Proteger el derecho a la educación de los migrantes y las personas desplazadas

2. Integrar a los migrantes y a las personas desplazadas en los sistemas nacionales de educación

3. Comprender y planificar para cumplir con las necesidades educacionales de los migrantes y las personas desplazadas

4. Representar historias de migración y desplazamiento en la educación de forma realista para desafiar los prejuicios

5. Preparar a profesores de migrantes y refugiados para abordar la diversidad y la adversidad

6. Sacar partido al potencial de los migrantes y las personas desplazadas

7. Apoyar las necesidades educativas de los migrantes y las personas desplazadas en la ayuda humanitaria y de desarrollo

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