¿Quién es la ministra Olga Sánchez Cordero?

REDACCIÓN   14/12/2017

Foto: Notimex

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Marchó al lado del rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, durante el movimiento estudiantil de 1968; se considera parte de una generación que luchó por libertades de expresión, sexual y de prensa; comulgó con la ideología hippie y usó minifalda. Es la ministra Olga Sánchez Cordero, quien sostiene que el rímel y el labial son armas para la autoestima, más que para la vanidad.   

En entrevista con Excélsior Televisión, Olga María del Carmen​ Sánchez Cordero de García Villegas relató que le gustaba el movimiento hippie, ya que fue un movimiento que empezó en Francia y continúo en Inglaterra, donde estos seguidores se apartaron de todo para hacer un sistema social radical en el mundo, “porque en ese momento prácticamente en ningún país existían esas libertades de las que ustedes ahora gozan”.

Son libertades que a nosotros en la generación del 68 nos costó sangre obtenerlas. Libertad de expresión, libertad de prensa, libertad sexual, libertad hasta para ver películas. Todo pasaba por una censura previa de los gobiernos, a través de sus secretarías, como la de Gobernación; en nuestro caso, todo era censurado.

Hoy que criticamos tanto a la Corte, a la Primera Sala, que hemos hecho sentencias verdaderamente relevantes, de que no existe esta censura previa, sino que haya una libertad de expresión, comunicación, de democracia, de dar el voto de la forma más genuina, pues todo esto no se daba en los años 60. Eso en México y en muchas partes del mundo. Entonces viene este movimiento hippie a tratar de cuestionar esta sociedad desigual, conservadora, que prácticamente no tenía estas libertades y eran el otro extremo los hippies.

Sobre su simpatía con esa ideología, la ministra Sánchez Cordero no dejó de tener una postura crítica:

Yo les dije que relativamente simpatizaba con los hippies. Tienen razón de ser criticados en su momento. Ok, no querían esta sociedad, no querían obedecer. ¿Cuál era su propuesta? En realidad ya no había esa propuesta alternativa. Entonces yo me separo porque ya no había esa propuesta alternativa, que si bien es cierto que se cuestionaban cuál es el futuro y cuál es la propuesta futura y en ese sentido no la había, no exitía”, apuntó.

Y me creeran ustedes que yo estuve en el movimiento del 68. Caminamos con el rector Barros Sierrra, con el doctor  Jorge Carpizo, con maestros de la facultad y nosotros como alumnos. Caminamos desde Ciudad Universitaria. Ustedes no se imaginan a más de 300 mil estudiantes. ¿Ustedes saben que son más de 300 mil estudiantes? concentrados en Ciudad Universitaria, caminando por Insurgentes hasta Félix Cuevas, porque nos habían advertido que no camináramos más allá, prescisamente porque ya estaba el Ejército, y dimos vuelta en Féliz Cuevas para regresarnos por la avenida Universidad hasta la Universidad Nacional. De eso han pasado 45 años.”

Cuenta que en ese momento el gobierno estaba enfrentando una situación muy delicada porque en octubre de ese año iban a ser los Juegos Olímpico de 1968,  entonces “imagínate tener un movimiento estudiantil reclamándote un estado de libertades cuando se tenía un evento mundial los Juegos Olímpicos.

Para el gobierno era muy difícil enfrentar una situación al interior del país tan delicada como ésta y, por otra parte, también tener una responsabilidad de realizar unos Juegos Olímpicos en nuestro país.

Yo recuerdo muchos eventos en este sentido, pero es algo muy importante en que México fue uno antes del 68 y otro después del 68. El gobierno se dio cuenta de que no podía más seguir controlando la prensa, la televisión, el cine, las telenovelas, los escritos, los poemas, las publicaciones.

Es algo que ustedes no vivieron, es algo que ustedes lo tienen ya dado desde hace mucho tiempo, pero que yo sí lo viví, y lo viví intensamente en mi juventud.”

Motivación

En un momento de intimidad con las entrevistadoras, Sánchez Cordero invitó a todas las mujeres a que siempre se consideren bonitas, que al levantarse se digan lo bonitas y seguras que son en la vida.

Yo invito a todas las mujeres que nos estan viendo a que se concideren bonitas, a que tengan autoestima, a que cada día que se levantan se digan: ‘Yo soy fulana, yo tengo mi seguridad, yo me quiero arreglar, yo quiero ser bonita; lo mejor que me pueda arreglar, lo mejor que me pueda vestir, lo mejor que me pueda pintar. ¿Saben qué? darme la necesaria autoestima para salir adelante.

Yo siempre me he preocupado, a pesar de mi edad, de lucir bien, de pintarme, de peinarme, de tratar de sentirme bien y sí yo me pinto, me arreglo y me pinto el pelo. ¿Saben por qué lo hago?: para mí. Yo nunca salgo de mi casa sin arreglarme o peinarme, tal vez en un pants, pero simpre arreglada. Es más, voy al súper, porque me gusta ir al súper, lo disfruto”.

En el transcurso de la entrevista, la primera notaria que tuvo el país, una de las 50 mujeres más poderosas de México, según la revista Forbes, comentó que la tristeza más grande que tiene es que las mujeres no tengan la suficiente capacidad para romper el techo de cristal y decir: “yo puedo y voy a llegar.”

Yo no quiero ser de las primeras y de las únicas en llegar; deben llegar más mujeres.

Yo no sé por qué, pero nosotras mismas nos ponemos piedras en el camino. Deberíamos formar un sindicato para que una más a las mujeres y así apoyarnos. Pero sí, es un déficit de nosotras. Al contrario, los hombres se apoyan muchísimo. Su fuerza está en su apoyo para llegar y nosotras tenemos que apoyarnos, porque si llegamos todas es incluso benéfico para la sociedad.”

La ministra Sánchez Cordero no pasó por alto el tema de las minifaldas. “En los años 60, cuando yo era joven, no había minifaldas, había súper minifaldas. Vean la moda de los años 60, las faldas cortas de ahora no tiene nada que ver con las faldas cortas de los 60.”

A pregunta expresa de si ella uso minifalda, respondió: “¡Por supuesto! Yo tenía 17 ó 18 años, cómo creen que no me las iba a poner...”

Cuenta que había una paradoja: “No nos podíamos poner pantalones, o sea, sí te puedes poner minifalda, pero no te puedes poner pantalones. En la primera etapa de los años 60 se usaba minifalda, pero no pantalones y era cuando empezaban las pistas de patinaje, por lo que no te podías llevar minifalda y te ponías los pantalones debajo de la minifalda.”

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