Riesgos de corrupción en siete aspectos del Nuevo Aeropuerto

REDACCIÓN   06/09/2018

Juan Pardinas, director del organismo, llamó a no cancelar el Nuevo Aeropuerto.

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La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México debe continuar, dado que se trata de un proyecto indispensable y con rentabilidad social y viabilidad económica, mientras que la alternativa de Santa Lucía es un “falso dilema político”, aseguró Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

En conferencia de prensa, Pardinas destacó que la mejor alternativa es Texcoco y precisó que “la consulta que se va a realizar pareciera, en cierto sentido, un falso dilema, porque no hay una alternativa que ofrezca las opciones de seguridad y viabilidad económica, más la inversión que ya se hizo en el aeropuerto”.

Advirtió que la saturación de la terminal actual no sólo es un tema de atención de pasajeros y económico sino, sobre todo, de seguridad.

Respecto a la posibilidad de concesionarlo consideró que entrarían en juego diferentes factores que tienen que ver con la obra, con la operación y con el espacio aéreo, los cuales son propiedad de la nación y que, si bien pasar las tareas al capital empresarial arrojaría ahorros en el corto plazo, serían mayores las pérdidas en el largo término ya que el gobierno cedería una operación de gran trascendencia.

Comentó que, pese a que el costo de la obra aumentó de 169 mil a 285 mil millones de pesos, la modificación en el esquema de financiamiento en el que sólo se aporta diez por ciento de dinero público, lo que en su opinión hace viable económicamente y rentable socialmente al proyecto.

¿OPACIDAD?

Pardinas informó que, de acuerdo con un análisis, existen riesgos de corrupción en la obra en siete aspectos, entre los que destacó que 29 por ciento de los procedimientos de compra pública carecen de verdadera competencia; en 25 procedimientos, por un monto de 3 mil 36 millones de pesos, se contó con menos de cuatro días para que los interesados presentaran sus propuestas; el 90 por ciento del monto analizado se hizo por licitación, pero 157 de los 320 contratos realizados por Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México –a cargo de la construcción– se asignaron por adjudicación directa.

Comentó que existe un área de oportunidad en el control y justificación en la adjudicación directa de contratos, además de que se detecta una insuficiente estructura de control interno y vigilancia.

De la misma forma, los requisitos administrativos y legales frenan la competencia. También se advirtió que en dos años se carecerá de movilidad, por lo que urge una red de transporte masivo de pasajeros y empleados.

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