19-S, el día en que México se puso de nuevo en pie

Cada 19 de septiembre, los mexicanos recordamos aquel día pero de 1985; y es imposible que no se dibuje en los rostros de la gente mayor tristeza y desesperanza.

Mucho se aprendió después de ese devastador día, la sociedad mexicana ha adoptado la cultura de prevención ante una situación similar. Los simulacros son parte de una regla principal en los lugares de trabajo, escuelas y dependencias públicas.

Y lo que parecía un ejercicio de evacuación y prevención se convertiría en una estampa de destrucción, dolor, caos y desasosiego, pero también de solidaridad, luego de que ese martes del 19 de septiembre de 2017- 32 años más tarde de la tragedia de 1985- volviera a sentirse la furia de un movimiento telúrico de 7.1 grados con epicentro en el estado de Puebla.

La capital de la República volvió a resultar herida por un movimiento que trajo de nuevo las imágenes vistas en el 85. 

Millones de empleados y alumnos de colegios salieron a la calle a las 11.00 de la mañana para participar en el tradicional simulacro. Atendieron las indicaciones de los brigadistas. Se guiaron por todos los protocolos. En total, y según datos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, fueron desalojados más de 17.000 inmuebles durante el simulacro.

Lo irónico que justamente dos horas después, a las 13:14 horas; con una magnitud de 7.1 se registró el gran movimiento telúrico.

Se sintió en la Ciudad de México, dejando daños principalmente en las alcaldías Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Benito Juárez, Coyoacán, Iztapalapa, Xochimilco y Álvaro Obregón. El sismo se originó en el límite de Puebla y Morelos, a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, y a 120 kilómetros de la Ciudad de México. 

Está ocasión las cadenas de televisión y las redes sociales como WhatsApp, Facebook, Twitter y Google, fueron herramientas valiosas para saber cómo estaban las familias y el pueblo mexicano.

El presidente Enrique Peña Nieto, se encontraba apunto de aterrizar en Oaxaca, cuando al saber del sismo, ordenó regresar a la Ciudad de México para llevar a cabo un sobrevuelo y evaluar la situación. Asimismo, dio la orden de evacuar los hospitales afectados y puso en marcha el Plan MX, “una herramienta para coordinar y articular en el país la respuesta de todas las instancias del gobierno de la República ante una emergencia”.

La  ayuda, ahora no sólo vino del propio pueblo mexicano,  al menos  27 países alrededor del mundo se sumaron a las labores de rescate. Alemania, Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Japón, España e Israel fueron sólo algunos que se unieron.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Marina se movilizando también, además de la famosa perrita Frida, además de “Los Topos”.

A pesar de la ayuda que se tuvo ese fatídico 19S las degracias también se volvieron a vivir.

COLEGIO ENRIQUE RÉBSAMEN

Al menos 19 niños murieron ese día cuando el edificio de su escuela -Enrique Rébsamen, de Villa Coapa, en el sur de Ciudad de México-  se derrumbó tras el terremoto. Los niños estaban en clase cuando fueron sorprendidos por el terremoto que derrumbó la parte frontal del edificio dejándolos atrapados dentro de la estructura.

Según los datos del Sistema Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, ofrecidos la noche de este jueves por su coordinador Luis Felipe Puente en su cuenta de Twitter, la mayor parte de las muertes se registraron en la capital.

CONJUNTO HABITACIONAL 911

El conjunto habitacional 911 de las calles Coquimbo y Sierravista, en la delegación Gustavo A. Madero, colapsó. Sus seis pisos se vinieron abajo y 12 personas quedaron atrapadas entre los escombros.  El saldo final, ocho personas fallecidas y decenas de familias afectadas por la tragedia que se extendió a todo México. 

FÁBRICA DE TEXTILES, COLONIA DOCTORES

Uno de los edificios que colapsó en el centro de la Ciudad de México fue una maquiladora textil ubicada en calles de Bolívar y Chimalpopoca, en la Colonia Doctores, donde varias costureras quedaron atrapadas entre los escombros.  La respuesta rápida de unos 200 brigadistas y voluntarios que trabajaron en la remoción de escombros, lograron rescatar a 14 personas, la mayoría costureras; la fábrica de textiles se ubicaba junto a la escuela Simón Bolívar, en la que cayó una barda, y colindaba con una vecindad donde no se reportaron daños.

Quienes no ayudaban en el retiro de los restos de cemento y varillas repartían material médico, cubrebocas, agua y alimentos para quienes trabajaban en los rescates. 

Pese a la magnitud de la tragedia, el optimismo nunca decayó. Se escuchaban los aplausos que animaban ante el hallazgo de habitantes con vida . Un puño arriba significaba silencio, y se esparcía como una ola de manos para apagar todo ruido y ubicar a los atrapados, quienes pedían auxilio a gritos, haciendo ruido con lo que tenían a la mano y hasta por celular.

Entrada la noche, muchos de los habitantes de esta ciudad seguían en las calles ayudando, cada capitalino tiene una historia que contar como el fatídico 19 de septiembre, el primero en 1985 y el segundo 32 años más tarde, 2017, con una doble y trágica razón: ¡México sigue en pie!