UNAM presenta informe sobre situación de la CDMX tras 19S

Arturo Páramo   29/09/2017

Advierten sismólogos en cambiar visión

Foto: Cuartoscuro

Arturo Páramo

El patrón de movimiento de la tierra en diversos puntos de la ciudad fue calificado por especialistas de la UNAM como “complejo y muy variable”, “fueron muy violentos y de cierta forma comparables a los de 1985”, de acuerdo con un resumen realizado por investigadores de la UNAM.

El informe señala que el movimiento del suelo fue variable en diversas zonas de la ciudad y afectó de manera distinta a los inmuebles de la capital, sin embargo, es claro que la frecuencia de las ondas, su amplitud y duración provocaron daños catastróficos a “estructuras relativamente pequeñas, de entre 4 y 7 pisos”, en contraste con el de 1985 que daño estructuras “en su mayoría más grandes, de entre 7 y 14 pisos”.

El documento fue elaborado por los doctores Víctor Manuel Cruz Atienza, del Instituto de Geofísica de la UNAM; Shri Krishna Signh, Profesor Emérito del mismo Instituto; y Mario Ordaz Schroeder, Coordinador del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

En el texto se recalca que el sismo evidenció tres aspectos de las construcciones en la capital.

Primero, que el reglamento de construcciones de la Ciudad de México no exige que las edificaciones con décadas en pie sean reforzadas “para resistir las fuerzas (sísmicas) especificadas en las normas emitidas después de su fecha de construcción”.

Al respecto, funcionarios de primer nivel del Gobierno de la Ciudad de México, reconocieron que actualmente no hay forma de obligar a los dueños de inmuebles que datan de antes de 1985 a reforzarlos, pues constitucionalmente la leyes no son retroactivas en la capital.

Se tendrá que crear un instrumento legal para obligarlos, pero como está la ley, no se puede hacer”, reconoció uno de los funcionarios del gabinete capitalino.

Segundo, que las características del sismo del pasado 19 de septiembre “hayan excedido las fuerzas de diseño con las que fueron proyectadas” las edificaciones, principalmente las anteriores a 1985.

Cabe señalar que tras el sismo de aquel año se rediseño el marco legal de construcciones en la capital.

Y tercera, que “independientemente de lo anterior, se sabe que existe un grave problema por falta de cumplimiento de las normas especificadas en el reglamento vigente de construcción”.

Ello quedó evidenciado por el colapso de un edificio en Emiliano Zapata y Tlalpan, y por el daño catastrófico en otros 30 construidos en los últimos cinco años.

Esto podría ser catastrófico en el futuro, toda vez que, de acuerdo con el documento elaborado por los expertos en sismología, existen estimaciones de que en caso de un terremoto de grandes dimensiones proveniente de la costa de Guerrero, “las aceleraciones del suelo blando en la Ciudad de México podrían ser, bajo ciertas condiciones, mayores que las del sismo reciente de magnitud 7.1, y de 2 a 3 veces mayores que las de 1985, en particular para los edificios de más de 10 pisos”.

El escenario que describen los especialistas en sismología señala que en un sismo de más de ocho grados proveniente de la Brecha de Guerrero (Costa frente a Acapulco), se podría tener un escenario en el que “la duración del movimiento del suelo sería mayor que las experimentadas en 2017 (alrededor de 3 minutos en su fase intensa)”.

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