La pandemia más grande de la historia

ROBERTO RODRÍGUEZ REBOLLO   06/03/2020

Ya para el primer trimestre de 1920, el número de defunciones, al menos en México, a causa del mortal virus había disminuido significativamente y la gran pandemia pasó a la historia como una de las más grandes emergencias sanitarias del mundo.

Ya para el primer trimestre de 1920, el número de defunciones, al menos en México, a causa del mortal virus había disminuido significativamente y la gran pandemia pasó a la historia como una de las más grandes emergencias sanitarias del mundo.

ROBERTO RODRÍGUEZ REBOLLO

CIUDAD DE MÉXICO.

Corría el año de 1918, año en que apareció la llamada ‘influenza española’, en México se vivía una lucha armada que parecía no tener fin, por otro lado, el mundo estaba inmerso en una violenta guerra mundial que estaba en su etapa final.

Aunque se desconoce a ciencia cierta los factores que dieron pie a la aparición de la enfermedad, la cepa afectó a todo tipo de personas sin distinción de edad. Los síntomas iban desde fiebre intensa hasta hemorragias nasales y los infectados morían principalmente por problemas broncopulmonares ocasionados por las cepas. El conflicto bélico facilitó la proliferación del virus hasta convertirse en un problema de salud mundial, por otro lado, la guerra también sirvió como herramienta para ocultar la realidad.

Las consecuencias de la enfermedad fueron desconocidas durante las primeras semanas. Fue en España donde se dio a conocer las severas afectaciones humanas ocasionadas por la naciente epidemia.

El virus se desarrolló a través de tres fases a lo largo de 1918, en octubre de ese año, la cifra de muertos en el mundo se incrementó de manera exponencial. A mediados de ese año, se presentó la etapa más mortífera de la pandemia, mientras que las instalaciones militares fueron las más golpeadas, de ahí la enfermedad llegó a gran parte de la población de manera exponencial.

 

 

En Estados Unidos se registraron poco más de medio millón de víctimas, aunque al llegar el virus a aquel país ya se habían presentado, tan solo en Boston, casi 10 mil casos confirmados, así como cerca de 500 fallecidos. Para ese momento, se ordenó el cierre de escuelas y espacios de reunión a fin de evitar la propagación de la epidemia.

Las primeras noticias de la ‘influenza española’ llegaron tarde, sin embargo, Excélsior informó el 6 de octubre de 1918 del fallecimiento de diecinueve personas en Cuba a bordo del famoso barco ‘Alfonso XII’, el navío había zarpado desde España con 1200 pasajeros, entre los que se encontraban decenas de infectados.

Ya para el 8 de octubre, las autoridades mexicanas dieron a conocer la infección de al menos unas 6 mil personas en Nuevo Laredo, por lo que se estableció, como parte de los protocolos de acción, un cordón de aislamiento sanitario alrededor de la ciudad tamaulipeca para evitar la propagación de la epidemia en el país.

Los estados aledaños también implementaron cercos epidemiológicos con lo que se buscaba tener un mejor control sobre la población sana. Sin embargo, esto no impidió que el virus se extendiera a través del norte del país. Mientras que en Ciudad Juárez se presentaban entre 8 y 10 casos diarios, Lerdo, Gómez Palacio y otras regiones ya contaban con cientos de casos sospechosos, en tanto que Saltillo se encontraba seriamente amenazada por el acelerado incremento de infectados. Por otro lado, durante los siguientes días, La Laguna, en Torreón, presentó 300 fallecidos en 48 horas.

Un caso se presentó en Manuel Gómez, superintendente de la División del Norte, quien contrajo el virus y se recuperó satisfactoriamente en un hospital de la Ciudad de México.

La severa crisis sanitaria obligó el cierre de escuelas, teatros, así como centros de reunión era inminente para ese momento a lo largo de todo el territorio de México. En ese sentido, las autoridades difundieron una intensa campaña con recomendaciones a la población para evitar contagios.

 

 

A la par de la gripe española se informaba acerca de brotes dispersos de otras enfermedades como cólera en Europa, incluso Cuba, y lo que parecía ser disentería en Argentina. Casi ningún país se salvó de la pandemia y no fue sino hasta mediados de 1920 que el virus de la ‘influenza española’ desapareció casi por completo del mundo, sin embargo, seguían vivos algunos casos en algunos países que sufrían todavía los estragos del terrible mal que cobró la vida, según diversas estimaciones, de poco más de 500 millones de personas en el mundo.

Ya para el primer trimestre de 1920, el número de defunciones, al menos en México, a causa del mortal virus había disminuido significativamente y la gran pandemia pasó a la historia como una de las más grandes emergencias sanitarias del mundo.

 



«pdg»

 

 

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