Odontólogos invierten en protección adicional ante COVID-19

El virus del COVID-19 ha modificado la vida de todas las personas del mundo desde el quedarse en casa hasta en protegerse para no contraer la enfermedad.

Por ello, la odontología se ha convertido en una de las principales profesiones de riesgo, al trabajar con la saliva, una de las principales fuentes de contagio. Los dentistas han tenido que adaptarse  a la llamada nueva modernidad, llevando a algunos consultorios a invertir en barreras de protección para garantizar la seguridad tanto del personal médico, como de los propios pacientes, quienes en palabras de los especialistas de la salud bucal, han manifestado sentirse más seguros.

El doctor Alejandro Rodríguez del Rey, especialista en periodoncia e implantología desde hace 25 años, menciona que se debe tener mayor protección usando overoles, cubrebocas n95, caretas, lentes de protección y gorros. Y es que debe ser una rutina, para que el paciente vaya con toda la confianza de no tener algún tipo de contagio.

Cuando los pacientes que vienen nos ven con este tipo de protocolo de barreras físicas, viene con mayor confianza, ya que ven que nos protegemos y al mismo tiempo los protegemos a ellos", señaló.

Rodríguez menciona que el gasto de inversión de un consultorio dental se ha incrementado en un 30%, y no solo en insumos. Sus proveedores les han ofrecido novedades como cánulas de aspiración protectora impresas en 3D, para evitar la expulsión de mucha saliva; y por otro lado, las barreras físicas no son nada baratas, pero de debe implementar todo, por seguridad.

Es imposible no brindar el servicio, las emergencias no paran, los pacientes acuden por abscesos, accidentes o muelas del juicio y se tienen que recibir.

El acostumbrarse al equipo ha sido difícil, como menciona Lucía Zárate, especialista en prótesis maxilofacial, pues el traje de protección resulta ser muy incómodo debido a que se empaña el cubrebocas y pueden provocarles mareos, pero a pesar de eso es hacer sentir seguridad en el  paciente. 

Nos dicen que parecemos astronautas".

Zárate menciona que la profesión siempre ha tenido sus riesgos que ya antes se protegían y había protocolos para atender enfermedades como el VIH o la hepatitis, y que ahora hay que adaptarse a esta nueva normalidad derivada del COVID-19.

Finalmente, Patricia García, asistente dental, explica que se ha triplicado la limpieza del equipo dental, para evitar que algo quede en el instrumental:

Ha cambiado la manera del manejo del instrumental, antes se dejaban las charolas con el instrumental preparadas, ahora todo esta lavado, esterilizado y se guarda en lugares donde no entre nada. Las consultas entre pacientes también se ha espaciado y antes se les hace un cuestionario. Al salir cada paciente se desinfecta por completo el consultorio”.