Mi vida no podía terminar ahí: Sobreviviente de Álvaro Obregón 286

En entrevista con Pascal Beltrán del Río para la Primera Emisión de Imagen Informativa, Lucía Zamora, sobreviviente del derrumbe del edificio Álvaro Obregón 286, relató sobre las más de 30 horas que permaneció entre los escombros del edificio que colapsó en el sismo.

En realidad me siento bastante afortunada, pero ahora que estoy afuera veo todo lo que tuvo que pasar mi familia y lo que la gente tuvo que pasar, con todas las consecuencias de aquel terremoto. He utilizado por eso mi voz para dar algo de esperanza, si se puede decir así, para hablar de cuál es mi experiencia, para decir que la esperanza muere al último.

Es un cúmulo de sensaciones, todo lo que el cuerpo te pide en una rutina habitual se olvida, pasa a segundo plano. La parte emocional es la más difícil de obtener. Lo que sentía es "estoy viva" y era por algo. Si me ganaba la desesperación, no iba a poder gritar cuando estaba adentro, afortunadamente estaba con otro compañero y una compañera, con quienes hice buen equipo para afrontar esta experiencia. La condición de mi vida no podía terminar ahí.

No se veía ni escuchaba nada, se escuchaba el ruido de helicópteros. Habíamos escuchado maquinaria cada vez más cerca y todo ese tiempo gritamos. Al sacarnos nos preguntaron inmediatamente nuestros nombres.

En relación a su experiencia en los terremotos del 85, dijo:

No recuerdo nada, vivía en el Edomex, no hubo tanta conmoción de ese lado de la ciudad, realmente lo recuerdo poco.

¿En qué momento estando sepultada, llegaste a la conclusión que saldrías?

Me agarré de los pensamientos positivos, pensaba que me iba a salir, de algo me tenía que agarrar y también de la esperanza de ver a mi familia, particularmente a mi hermana.

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