Vengador anónimo ¿justiciero o asesino?

Jennifer Balderas   27/11/2016

Vengador anónimo ¿justiciero o asesino?

Vengador anónimo ¿justiciero o asesino?

Jennifer Balderas

Del Texto a la Calle

El Seminarista, escrita por Rubem Fonseca, cuenta la historia de un asesino a sueldo, José o Zé, mejor conocido en su medio como El Especialista, quien luego de haber dedicado parte de su vida a matar personas, decide retirarse para pasar sus días en tranquilidad, sin saber que eso le costará más de lo imaginado.

El personaje es descrito por el autor como un hombre de buen gusto, culto y mujeriego que disfruta de la buena vida que puede darse con su sueldo de asesino. La empatía que El Especialista genera con el lector radica en su personalidad, y básicamente en el hecho de que la gente que mata no es inocente, lo que lo convierte en una especie de antihéroe.

Resulta curioso como en la vida real también existen los asesinos misteriosos parecidos a Zé, por ejemplo el “justiciero”, quien fue el encargado de cobrar la vida de cuatro asaltantes, que intentaron despojar de sus pertenencias a los pasajeros de un camión, cuya ruta era San Mateo Atenco-Ciudad de México.

De acuerdo con los testimonios, luego de que los ladrones amenazaron con navajas y pistolas “hechizas” a los usuarios del transporte, éstos entregaron dinero, celulares y demás objetos de valor, por lo que los victimarios dieron por concluida su labor y se disponían a bajar del camión cuando un pasajero sacó un arma y les disparó. Ya fallecidos, los asaltante feron abandonados a la orilla de la carretera, el autobús siguió su camino y las pertenencias fueron devueltas a las víctimas. Más adelante el asesino bajó del autobús y les pidió a los pasajeros que le hicieran “paro”, así como él lo hizo antes.

En la novela de Rubem Fonseca, El Seminarista, Zé se dedica a matar porque el trabajo está bien pagado; sin embargo, al final él tendrá que retribuir a esa misma labor con algo más preciado que el dinero.

En la vida real poco se sabe del asesino misterioso que acabó con la vida de cuatro ladrones; sin embargo, aunque muchos aplauden la justicia en mano propia, lo cierto es que el asesinato es un crimen bajo cualquier óptica, un crimen que se paga con cárcel, y nadie debería alentar este tipo de actos, porque si una vez fue fácil matar a un maleante, ¿qué hará diferente el hecho de matar a un inocente?

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